El esnobismo nos mata.

El repartidor, me acaba de tocar la puerta para dejarme unos audífonos que pedí hace menos de 18 horas, su velocidad no me dejó saber si era Venezolano, pero lo intuyo por el "buenas" que me dijo, y sus ojos, porque entre la gorra, guantes y mascarilla, es lo que alcanzo verle. Me pregunto que carrera universitaria e interesante historia esconderá detrás de tanto ataviar. 

Hace unos meses, no hubiese pensado que me causaría tal emoción esta compra, pero bueno, somos otros, aunque yo estoy acostumbrada a mis propios cambios, me aburro constantemente y eso me obliga a reinventarme para no entrar en depresión, eso sí, sin perder la cordura. Soy una Geminiana de libro. 

No sé si sea por mi signo o qué, pero muchas veces voy en contra de la marea y de las modas, obviamente soy humana y mortal, y a veces sucumbo, como sin darme cuenta de cómo llegué allí, si fue por seguirle el consejo a alguien o por moda, me encuentro sentada en la peluquería haciéndome la keratina, después de haber dicho que nunca más me haría un tratamiento de esos solo dignos de gente constante.
"Pensar colectivamente es regla general. Pensar individualmente es la excepción" 
Gustave Le Bon 
Me considero fiel defensora de lo nuestro y veo con preocupación que cada vez más nos avergüenzan nuestras propias tradiciones y adoptamos otras sin saber ni siquiera de dónde salieron. No hacemos Hallacas porque es mucho trabajo, pero celebramos Thanksgiving con mucho afán , y entonces me pregunto ¿qué parte de nuestras tradiciones estamos trasmitiéndole a nuestro hijos? Estamos perdiendo poco a poco nuestras raíces para adoptar unas que no tienen sentido con nuestra historia.


Mujeres de la familia, preservando tradiciones, gracias a mi madre que nos guía! 


Pasa en Venezuela constantemente, desde hace mucho tiempo, cuando el esnobismo nos llevó a menospreciar lo nacional, y está pasando en España cada vez más. La globalización del colectivo ha llegado para quedarse.


Con Guidito, en el colegio inmaculada, donde trataban de inculcarnos tradiciones, aunque nosotros
preferíamos bailar una canción de menudo.


¿Y es que como evitarlo? Las casas de hoy en día se han convertido en cowoking, eso es ya una realidad que se mantendrá en el tiempo, tenemos la agenda copada de webinar, clases online y reuniones por zoom, yo que disfruto a veces del poco contacto, creo que me acostumbraría a esta nueva forma de vida. Pero mi abuela Cantuca diría: ¡fin de mundo! y no solo porque seguimos trabajando como apurados aún estando en casa, sino que en un párrafo ya he metido unas cuantas palabras que ella no entendería y releyéndolas, son tan aberrantes como un tequeño healthy.


La gran abuela Cantuca en su silla y pose habitual.


Pero hoy en día es nuestro día a día, todo va tan deprisa que al parecer no hay tiempo de traducir los términos, un día te preguntas cuando un director de toda la vida se convirtió en CEO y al siguiente estas cambiando tu perfil en LinkedIn adjudicando esas 3 siglas en un cargo de hace mas de 10 años.

Y así vamos por la vida, atropellando sin querer o a veces hasta queriendo, nuestra cultura y nuestro bello idioma. 

Tanto tiempo que dedicaron nuestros maestros, padres y abuelos en enseñarnos bien y nosotros de un día a otro no decimos ni siquiera un buen ¡carajo! cuando hace falta, y lo sustituimos por un ¡fuck! e incluso llegamos a mezclar tiempos verbales y hablar en pasado algo que debiese ser en presente:¡Oh my God, amé esta galleta! 

Aprendamos otros idiomas, pero sin destruir el nuestro. No nos hace más listos y bonitos, sino todo lo contrario, nos hace incultos y manipulables. Defendamos lo nuestro, empezando por lo básico

Debemos ser esa generación que elevemos nuestra lengua al nivel que se merece y convertirnos en sus mejores embajadores. Hay que empezar a ser defensores del castellano YA  y acabar con esa tendencia que poquito a poquito acabará con nuestro mayor sello de identidad.

Dedicado a mi abuela Cantuca, que este mayo hubiese cumplido 98 años y se la llevó cruelmente el cancer muy pronto. Y a Guidito, que lo hizo también en mayo de hace 23 años y como dice su hermana Marielena, nos enseñó la fragilidad de la vida muy pronto. 



Comentarios

  1. Totalmente de acuerdo y no eres la única intentando defender las buenas tradiciones y nuestro bello idioma...aquí estoy yo también ;-)

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  2. ¡Me encantaron estas líneas! Y además, con este _Spanglish_ que llevo y uso con tanta normalidad... me quedé bastante reflexiva... Hasta puse el signo de interrogación en la apertura, cosa de la que “nos deshicimos” hace tiempo por comodidad y flojera... ¡Gracias, Andre!

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